Hoy en día muchas personas se decantan por comprar productos de segunda mano. Entre la infinidad de productos que se ofertan también se encuentran las mesas de ping pong. ¡Pero cuidado! Si quieres realizar una compra sensata primero has de tener en cuenta una serie de características. A continuación se expondrá todo aquello que debes valorar antes de cerrar el trato y hacerte con una mesa de ping pong de segunda mano:
Bienestar de los materiales
Que los soportes de la mesa aseguren una estabilidad total. Ten en cuenta que las patas es una de las características que más influirá en la comodidad durante el juego. Si las patas están cojas, o no consiguen sujetarse bien a la superficie será imposible poder disfrutar del partido.
Que la superficie no esté dañada. Ten en cuenta que el bote de la pelota dependerá de los materiales y del estado del tablero. Asegúrate de que no cuente con bollos, rajas, o golpes que afecten al efecto de la pelota.
Estado de la red. Asegúrate de que no tenga agujeros por los que pueda pasar la bola. Si no está en condiciones óptimas creará serias dudas de si la bola ha pasado de forma legal por encima de la red, y llevar la puntuación del equipo se convertirá en una auténtica pesadilla. Además, los jugadores serán incapaces de concentrarse en el juego, y como resultado se obtendrá un juego exento de diversión.
Qué tener en cuenta antes de comprar una mesa de ping pong de segunda mano
Características particulares
Existen unas características básicas que tienen que tener todas las mesas de ping pong de segunda mano para poder ser capaces de emitir un juego eficiente. En función de si tu mesa es de interior o exterior el tablero deberá responder a unas particularidades concretas (dimensiones reglamentarias, material, grosor, pintura, etc).
Además, la mayoría de compradores prefieren aquellas que permiten recogerse mediante un sistema de plegado, y guardarse. De este modo no será necesario que dispongas de una zona específica y permanente para tu mesa de ping pong de segunda mano, y evitarás que esté siempre expuesta a posibles daños. Es más, si tienen ruedas podrás moverla de forma segura, facilitando la tarea de guardarla, e incluso jugar en distintas zonas.
Por último, tan solo te queda tener en cuenta la garantía que nos ofrece el vendedor. De forma legal, si lo vende un profesional será de 1 año, en cambio si lo adquirimos de un vendedor particular ésta se ve reducida a 6 meses.